sábado, 7 de enero de 2017

Y otra letra más

Pasodoble con música de la comparsa El Creador, de Tino Tovar. Repito música, sí, pero sinceramente me da igual (intentaré no volver a hacerlo ^^).



Y otra letra más
que no sé cómo empieza.
Solo sé que es tuya,
pequeña princesa.
Que ya te la debía
después de dos intentos
sin lograr que mi pluma
plasmara oportuna
tu infinidad en mis versos.
¿Y qué le hago
cuando me dicen
que iguales son
nuestros berrinches,
si compartimos
en nuestros ojos
el mismo brillo
y los sofocos?
Eva culpable del pecado de vivir.
Mi musa décima, la Venus de mi sangre.
Y ese hilo rojo que quisiste tú parir
pa' sentirte una madre,
aunque tú ya eras madre...
Y empezaste una familia
sin darte ni cuenta, sin querer.
Y sentaste sus cimientos
entre la pasión y el tiempo
que saciaban vuestra sed.
Y con tus alas de cera,
sin poderse derretir,
muerta en vida guerreabas
por el día que soñabas
y que se debía cumplir.
Con el fuego que emana de tu vientre
y la vida que siembra tu mirada
ve un poeta que solo acaricia
la belleza en las palabras.
Y con otra letrilla a tu nombre
ya puedes seguir con tu cuento de hadas.
Que pa' mí eres más que una reina,
eres madre, mujer y mi hermana.



Aunque con esto no devuelva

Pasodoble con música de La República Gaditana, comparsa de Tino Tovar de 2007. No necesita muchas explicaciones.



Aunque con esto no devuelva
los besos que te he negado
y no haya excusas ni mil letras
que valgan haberme olvidado
de la razón de mi existir.
Sin que ninguno
me lo advirtiera
sentí el fuego en mis carnes
y en un segundo,
sin darme cuenta,
me empecé a ver como un miserable
por no acordarme antes de ti.
¿Cómo olvidarme de la cura de mis males?
¿Cómo olvidarme de quién siempre me ha apoyado?
¿Cómo olvidarme de tu lucha y tus pucheros y tus abrazos?
¿Cómo olvidarme de mi madre?
Si te tuve tantos meses en la cama,
dime qué tiene de justo que mi gracias
se transforme en malditas canas, tus canas, mis canas.
Pero hoy cambio esa rutina
para haceros intocables frente al tiempo,
mi diosa Gaia, con estos versos, mis versos, tus versos.
Hoy veo en ti la belleza
que no se cuenta en los cuentos:
una sonrisa cualquiera
viendo jugar a tu nieto.
Sabes que así es como muestro
mi alma y mis entretelas.
Perdóname por negarte mis besos
cuando eres tú mi vida entera.