Ahora que los niños juegan
a las casitas sin casa
por culpa de un buen banquero
que aprieta con su corbata.
Ahora que, al fin, los amantes
conquistan con poesía
y el primer beso bien vale
toda una vida, toda una vida.
Ahora que parece que por fin
tomamos el rumbo correcto
queda un problema que se oculta
más aún que a los sin techo.
Y es que dicen que a la amistad
ya no le queda mucho más,
que ya no hay sitio
pa' los amigos verdaderos.
¡Ay! La amistad es un tesoro.
Que verdad más grande,
aunque ya no se hable
de que un corazón valía más que el oro.
¡Ay! Pobre iluso el que pretende
decirte a la cara
la verdad canalla
aun arriesgo de que estalles y revientes.
Qué triste
que siempre triunfen mentirosos y cobardes,
unos payasos que cuando al circo no sirven
van paseando por el suelo su semblante.
Quiero, con esta carta al mundo, pediros perdón
por cómo me he comportao'
pero yo soy lo que soy porque la vida
¡ay! m'a enseñao
que un buen amigo siempre está a tu lado.
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