martes, 24 de septiembre de 2013

Si te vas de mi vera.

Si te vas de mi vera algún día
dejarás vacío mi corazón
así que llévate mi vida
que no sé vivir sin tu amor.
Guarda en la maleta la pasión
que me llenaba de alegría
cuando tu piel con la mía
aquella noche se fundió.
Guárdate todos los versos
que en tantos años escribí
guárdatelos en secreto
porque son solo para ti.
Y llévate también contigo
la mirada que me enamoró
el día que nos conocimos
entre los rayos de Sol.
Y si de verdad te vas
llévatelo todo por Dios,
las caricias, las mirás
y nuestras manos enredás.
Ya pediré que llore el cielo
cuando te vayas pa' no volver.
Y llévate mi vida también.
Hazlo mi amor sin miedo
cuando me dejes de querer
que si no te vuelvo a ver
dime para que la quiero.

domingo, 15 de septiembre de 2013

Y se apagó el Sol.

En mi ventana llueve y hace sol.
Llovió en mi ventana el día
aquel que te declaré mi amor.
Llovían lágrimas de las nubes
con empatía por mi dolor
al saber que no me querías.
Pensé entonces olvidar la alegría
tras arderme dentro el azufre
de las peores despedidas,
cuando dos almas se dicen adiós.
Brillaba en julio el astro rey
presagiando que por fin
el corazón de esa mujer
se iba a enlazar con el mío
más de año y medio después.
Mas lo que en esos dos meses sentí
sin piedad lo borraste al decir
que en un mes me habías mentido,
que no sentías nada por mi,
que nada más podíamos ser.
Ya no aguanto más mentiras,
ya no aguanto más engaños.
Todo te he dado en dos años
y tú todo lo coges y lo tiras.
Quise poner un reino a tus pies
y una corona con rubíes y zafiros
pero te quedas por tu inmadurez
con un pedacito de mi olvido.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

A Ara y Julio.

Once años ha que una estrella nació
para acompañar al valverdeño y la sevillana
e iluminar radiando la sombra de su amor
do quiera que juntos sus caminos vayan.
Una sonrisa siempre en sus rostros
coronadas ambas por luceros verdes
y que importa lo que piensen otros
mientras seáis felices ustedes.
Ardisteis de la mano muchas horas
y habéis reído y llorado siempre juntos
pero en el banquete y en la boda
hicisteis llorar a todo el mundo.
Mi reina, mi princesa y mi corazón,
hoy vives en tu palacio de cristal
pero no porque cambies de habitación
quiero que ahora vayas a olvidar
que aquí tendrás siempre un rincón
además de un hombro para llorar
si en algún momento de tu vida
sientes un poco de melancolía.
Y Julio, un caballero y un señor
que se ofrece el primero a ayudar
porque es un hombre de valor,
un amigo para siempre, de verdad.
Hoy el llorar no me cuesta dolor,
y en confianza ya te puedo contar
que hoy, y con el corazón en la mano,
más que un amigo, eres mi hermano.
Y me voy, que las horas vuelan
y yo viajo en el reloj contra el viento.
Pero no os preocupéis por el tiempo
y bailad cuando la noche duerma,
que ya habrá lugar para el reencuentro.
Y dejad que aquellos aposentos
acojan algún día la duermevela
de vuestros pequeños hijos,
que tendrán por siempre en Sevilla
el amor y cariño de su joven tito.
Guardad esta carta con aprecio
para que no olvidéis que,
esté cerca o esté lejos,
Julio y Ara, Ara y Julio,
por siempre, os quiero.

domingo, 1 de septiembre de 2013

Décima

La vida dura un suspiro
que se escapa del dolor
padecido por amor.
Mi cruel destino dio un giro
y en el pecho sentí un tiro
como una flecha dorada,
una flecha envenenada.
Bajo la lluvia, la llama,
que vive y arde sin rama,
brillará incluso apagada.