domingo, 17 de marzo de 2013

Para ti por ti.

Éste se lo tengo que bordar en oro a una amiga mía que me da la vida. Os juro que no sé que haría sin ella. Anabel te quiero mucho, y lo sabes ;)





Brillando hoy en su mirada
está una llama intermitente
que si se clava en tu alma
ya no sale de tu mente.
Ilumina con su luz
los rincones más oscuros
y sus lumbres,color azul,
le auguran un gran futuro.
No presenta palidez
como haría Su Alteza,
pero su tersa tez
refleja su belleza.
Arde su pelo
llamaradas de bondad,
teñido rojo fuego
o moreno natural.
Y ahora digo yo,
y quien puede responder
¿cómo puedo, Dios,
quererla así, joder?

viernes, 15 de marzo de 2013

Mil preguntas sin respuestas


Antes de subir estas composiciones al blog suelo enseñárselas a gente de confianza para que me den su opinión. La mayoría estaban de acuerdo en que este poema en concreto suena a rap. Yo no lo veo así, no es mi estilo musical favorito precisamente. Dicho esto, me gustaría que si al leerlo lo hacéis rapeando lo volváis a leer normal. Gracias.


Es estandarte de mi vida tu alegría,
tu sonrisa cada noche, tu sonrisa cada día,
disfrutando intensamente de la perfecta armonía
entre el placer y la suerte de tenerte cerca mía.
Que ni Nerón, ni Julio César, ni el Octavio,
ni ninguno de los grandes, Alejandro o Carlo Magno,
ni Colón mientras surcaba con sus naves el Atlántico,
no ha habido en este mundo quién pudiera separarnos.
Y si me dejan elegir en un futuro
entre morir sin conocerte o vivir no siendo tuyo
elegiré lo primero, no por ir a lo seguro
pero es que lo segundo es el futuro más oscuro.
Y dejo sordas las mentiras de tu boca
mientras miles de verdades en tu corazón explotan
porque te pasa como a mí,tu también te vuelves loca
si vuelan en tu estómago mariposas de alas rotas.
Yo soy la sombra que no ves con la ceguera,
soy la luna en tu venta si pasas la noche en vela,
soy el aroma que te embriaga al llegar la primavera,
soy la chispa que en invierno prende fuego a tu candela.
Rompo las rejas de la cárcel del olvido
para que mi alma despierte sabiendo que ya has vivido
en tu vida, con mil hombres, tantos encuentros furtivos
que mi espíritu cegado ya ha perdido los sentidos.
Más ciego estoy que en la total oscuridad,
que ya no sé la respuesta, ni la quiero contestar,
de por qué toda mi vida, mi cielo, te voy a amar
aunque no me ames ni me hables, no me quieras ni mirar.