martes, 21 de agosto de 2012

Nueva carta de maltrato


No defiendo a nadie,pero a veces somos más culpables de nosotros que de nuestros actos.El hecho de quitar la vida a otra persona solo tiene perdón si la propia peligra.Cualquier otro caso es meritorio del más severo castigo,no la muerte,que sería rebajarnos a su nivel,sino quitarle toda la libertad de la que disponga,que se levante cada día sin ganas de vivir,y que a cada segundo le recuerden lo miserable que es.Aunque si el criminal es el protagonista de los siguientes versos ya ha empezado a sufrir el mayor de los castigos,perder al amor de su vida.Y como ya he dicho no defiendo ni acuso a nadie,pero si tengo la ocasión de evitar que el poema se haga realidad lo haré con las consecuencias que ello conlleve.



Sentado en la cantina
en ron ahogo las penas
espero a la que ve
para cumplir mi condena.
Quisiera ahogarme yo
en ese vaso de ron
pues no volveré a besar
a la que me dio su corazón.
Yo no quise hacerlo
mas no me controló el vino
y ahora soy consciente
de que soy un asesino.
Entre luces y sombras
los años pesarán
y lustros enteros pero
no te podré olvidar.
Fue en un arrebato
que no tiene perdón
y por una locura
perdí a mi gran amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario