domingo, 26 de agosto de 2012

La historia

Chicos y chicas, me vais a perdonar pero quisiera escribirle algo a una persona muy especial. La verdad es que no sé ni por dónde empezar, pero a ver qué sale.
En 2008 conocí a una chica la cual yo ni imaginaba que existiera, y cuando la vi tampoco me llamo mucho la atención. Era morena, bajita, ojos marrones cuando le daba la luz en la cara y negros en zonas sombrías, y tenía cara de niña chica y buena. No era ni de lejos el típico prototipo de chica por la que babean los hombres, sino más bien una amiga o una chica del grupo de amigos con la que no hablas mucho. Sin embargo, fueron pasando los años, y la veía igual, para que vamos a mentirnos. La chavala fea no era pero oye tampoco se convirtió en un pivón. El caso es, que en noviembre de 2011, hace casi un año, empecé a sentir algo raro. Por aquel entonces pasábamos más tiempo juntos, no mucho, pero lo suficiente como para sentirme mejor junto a ella y no querer que se fuera. Hablábamos más, era un poco mala conmigo pero no sé por qué no me importaba. La verdad es que no había cambiado casi nada en el aspecto físico, seguía siendo esa morenilla canija de ojos marrones y guapilla de cara, pero notaba algunas diferencias. Por ejemplo, la veía mucho más guapa, le preguntaba a alguien y me decían que estaba igual pero yo la veía preciosa. Cuándo le daba el sol de frente le brillaban los ojos que parecían luceros. No sé cómo, pero sin comerlo ni beberlo me enamoré. Esperé un poco porque no quería estropear nuestra amistad y finalmente se lo acabé diciendo. Las semanas siguientes pensé que todo se había acabado porque no solo me rechazó, cosa lógica, sino que creía que ya no quería saber nada de mi. En enero seguimos como antes,yo busque olvidarla en otras chicas y ella ya tenía novio, pero no conseguía sacármela de la cabeza. Finalmente acabé rechazando a todas las chicas que se me iban poniendo delante porque si intentaba cualquier cosa, al poco tiempo me sentía fatal porque sentía como que la traicionaba a ella y a mi mismo. Y así pasaron los meses hasta que de nuevo me preguntó si seguía sintiendo algo por ella. Al principio le dije que no pero una vez que comprendí que no la olvidaría le dije que sí, que la amaba profundamente. Y desde que se lo dije esa vez somos incluso más amigos. Sé que nunca estaremos juntos pero supongo que algunas personas están destinadas a esto.
Y vosotros diréis, "¿qué me importa a mi esto?". En principio nada, pero si eres un lector asiduo del blog mucho porque prácticamente todos los poemas están dedicados a ella. Además escribo esto porque ya me da igual quien lo sepa y lo que digan.
No diré tu nombre porque sé que no querrías, pero te amo, más de lo que nunca nadie te amará. No soy tu tipo, y se que no leerás esto porque no te gusta la poesía y no te meterás aquí pero si lo lees, aunque sea de casualidad, quiero que sepas que no dejo de pensar en ti. Y me duele el corazón porque sé que tú solo me ves como un amigo, pero de verdad, aunque no te puedo prometer ningún lujo, ni que se cumpla ninguno de tus sueños, si te puedo prometer que me dejaría la vida porque a ti no te pasará nada y fueses feliz. Si alguna vez cambias de idea, Dios me oiga, dímelo sin miedo, que iré a buscarte de rodillas si hace falta.
Te quiere, amigo para siempre.

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